Cuando el número de empleados que Matt Kaplan supervisaba en un laboratorio de la Universidad de Arizona en Tucson se multiplicaron de seis a 30, la universidad llamó a un asesor de gerencia para asegurarse de que estaba preparado. Lo que aprendió lo sorprendió: sus empleados pensaban que era distante y que no confiaba en el trabajo que ellos realizaban.
“El mayor desafío para mí fue darme cuenta de que no podía hacer todo por mí mismo”, indicó. “Tenía que aprender a confiar en mi equipo, lo que fue un proceso gradual”.
Los expertos afirman que muchos jefes tampoco tienen idea de la forma en que los ven sus empleados. Estas son cinco señales de que usted podría ser uno de ellos:
La mayoría de sus e-mails son de una sola palabraQuizás sea eficiente, pero muchos jefes no se dan cuenta de lo seco que puede ser un e-mail de una palabra —incluso un simple “sí” o “no”—, afirma Barbara Pachter, asesora de gerentes y autor de varios libros de etiqueta en el lugar de trabajo. Ella lo llama “el efecto BlackBerry”.
“Los gerentes tienen una tendencia a ser abruptos, en especial cuando contestan e-mails al paso”, indica Pachter. “Se interpreta como una invitación a generar conflictos. Agregar simplemente un ‘gracias’ hace la diferencia”.
Algunos gerentes escriben mensajes incluso más cortos. Cuando Christina Marcus le envió por e-mail una idea para un proyecto a un ex jefe, él le respondió “S”. Pensó que el jefe había cuestionado su idea y pasó 20 minutos redactando la respuesta. Resulta que la “S” significaba “sí”. Marcus eventualmente se fue de la empresa.
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